San Cayetano, nació en Vicenza (Venecia, Italia) en el año 1480. Estudió derecho en Padua y, después de recibida la ordenación sacerdotal, instituyó en Roma la sociedad de Clérigos regulares o Teatinos, con el fin de promover el apostolado y la renovación espiritual del clero. San Cayetano se distinguió por su asiduidad en la oración y por la práctica de la caridad para con el prójimo. Murió en Nápoles el año 1547.
En nuestro país, existe una profunda devoción por este santo, al cual se lo considera el Patrono del Trabajo, por eso todos los años cada 7 de agosto miles de personas se acercan al Santuario de Liniers para pedir o para agradecer sus favores.
Es tanta la devoción que despierta San Cayetano que semanas antes del 7 de agosto, ya comienza a aguparse la gente, que con su termo, silla y carpa espera en las cercanías del Santuario que se abran las puertas del mismo.
La manifestación de la fe del pueblo conmueve a los más escépticos y reaviva el espíritu solidario. Miles de donaciones llegan a las manos de la gente que trabaja en el Santuario y que luego son destinadas a los lugares más necesitados de nuestro país.
Las vísperas son amenizadas con folklore, músicos locales y la presencia este año de Verónica Condomí, Coqui Sosa y César Isella, llenan de gozo el corazón de los fieles. A las 00 hs en punto del 7 de agosto, la fanfarria interpreta la "Marcha de San Lorenzo" y el "Himno Nacional Argentino", los fuegos artificiales y carteles luminosos dan la bienvenida a los peregrinos. Con el marco de fiesta y de belleza que el pueblo merece se abran por fin las puertas del Santuario, los voluntarios organizan a la gente.
Esta movilización en el día de San Cayetano demuestra que aún la fe sigue movilizando a los pueblos y que la esperanza sigue firme, aunque sabemos que es muy cierto lo que dicen Teresa Parodi y Peteco Carabajal en su canción dedicada al santo "el que debe responder no ha de ser San Cayetano, los que deben responder están mirando a otro lado..."
En nuestro país, existe una profunda devoción por este santo, al cual se lo considera el Patrono del Trabajo, por eso todos los años cada 7 de agosto miles de personas se acercan al Santuario de Liniers para pedir o para agradecer sus favores.
Es tanta la devoción que despierta San Cayetano que semanas antes del 7 de agosto, ya comienza a aguparse la gente, que con su termo, silla y carpa espera en las cercanías del Santuario que se abran las puertas del mismo.
La manifestación de la fe del pueblo conmueve a los más escépticos y reaviva el espíritu solidario. Miles de donaciones llegan a las manos de la gente que trabaja en el Santuario y que luego son destinadas a los lugares más necesitados de nuestro país.
Las vísperas son amenizadas con folklore, músicos locales y la presencia este año de Verónica Condomí, Coqui Sosa y César Isella, llenan de gozo el corazón de los fieles. A las 00 hs en punto del 7 de agosto, la fanfarria interpreta la "Marcha de San Lorenzo" y el "Himno Nacional Argentino", los fuegos artificiales y carteles luminosos dan la bienvenida a los peregrinos. Con el marco de fiesta y de belleza que el pueblo merece se abran por fin las puertas del Santuario, los voluntarios organizan a la gente.
Esta movilización en el día de San Cayetano demuestra que aún la fe sigue movilizando a los pueblos y que la esperanza sigue firme, aunque sabemos que es muy cierto lo que dicen Teresa Parodi y Peteco Carabajal en su canción dedicada al santo "el que debe responder no ha de ser San Cayetano, los que deben responder están mirando a otro lado..."