En nuestro país, existe una profunda devoción por este santo, al cual se lo considera el Patrono del Trabajo, por eso todos los años cada 7 de agosto miles de personas se acercan al Santuario de Liniers para pedir o para agradecer sus favores.
Es tanta la devoción que despierta San Cayetano que semanas antes del 7 de agosto, ya comienza a aguparse la gente, que con su termo, silla y carpa espera en las cercanías del Santuario que se abran las puertas del mismo.
La manifestación de la fe del pueblo conmueve a los más escépticos y reaviva el espíritu solidario. Miles de donaciones llegan a las manos de la gente que trabaja en el Santuario y que luego son destinadas a los lugares más necesitados de nuestro país.
Las vísperas son amenizadas con folklore, músicos locales y la presencia este año de Verónica Condomí, Coqui Sosa y César Isella, llenan de gozo el corazón de los fieles. A las 00 hs en punto del 7 de agosto, la fanfarria interpreta la "Marcha de San Lorenzo" y el "Himno Nacional Argentino", los fuegos artificiales y carteles luminosos dan la bienvenida a los peregrinos. Con el marco de fiesta y de belleza que el pueblo merece se abran por fin las puertas del Santuario, los voluntarios organizan a la gente.
Esta movilización en el día de San Cayetano demuestra que aún la fe sigue movilizando a los pueblos y que la esperanza sigue firme, aunque sabemos que es muy cierto lo que dicen Teresa Parodi y Peteco Carabajal en su canción dedicada al santo "el que debe responder no ha de ser San Cayetano, los que deben responder están mirando a otro lado..."